Clima

Clima

En la parroquia el clima es consecuencia de las corrientes frías de Humboldt y la cálida de El Niño. Estas corrientes frías y calientes hacen que el clima sea cálido tropical, tropical húmedo o tropical mega térmico seco. Existen dos estaciones marcadas: el invierno de enero a mayo; y verano, de junio a diciembre. El ecosistema es relevante por ser una zona rica en producción, en la cual la parroquia contiene bosques semideciduos de tierras bajas provenientes de Jama Zapotillo. 

Temperatura  
En siguiente cuadro se representa las temperaturas, cuyas curvas describen la distribución mensual de la temperatura media del aire en el transcurso del año. Analizando el cuadro observamos que la temperatura promedio anual en las estaciones seleccionadas es de 25,7 ºC. 

PRECIPITACIÓN  
Los cálculos para obtener valores medios mensuales y anuales de las alturas de precipitaciones fueron tomados de la información secundaria proporcionada. En el cuadro siguiente presentamos los valores medios mensuales y sus totales anuales de las precipitaciones sobre el período más largo posible. 

CAMBIO CLIMÁTICO 
En Manabí, como en el resto de la provincia en la parroquia el cambio de clima por el calentamiento global ya está afectando la producción de alimentos. Los efectos del fenómeno se traducen en inundaciones muy fuertes por precipitaciones concentradas y largos espacios de sequías que también perjudican los periodos de cultivo. 

Las inundaciones debido a las variaciones climáticas hacen que se dañen las siembras y se pudran las raíces, alterando los ciclos de producción. Antes los periodos de lluvias eran de 4 a 5 meses; ahora se han reducido a 2 meses. 
En consecuencia, los agricultores se ven perjudicados por la reducción de tiempo para la producción. Ante esto, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), junto con instituciones ecuatorianas como el Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) y la Defensa Civil, proponen una planificación diferente en la siembra de cultivos, modificando en los calendarios el inicio de las siembras. 
El objetivo es generar plantas resistentes a los cambios del clima. Así, el arroz y el maíz podrían adaptase mejor a las dificultades que crean las sequías o las inundaciones.
Desde fines del siglo XIX, los científicos han observado un aumento gradual en la temperatura promedio de la superficie del planeta.  
Uno de los recursos para luchar contra el calentamiento global son los bosques.
Desempeñan cuatro funciones principales en el cambio climático: actualmente los bosques contribuyen a casi un sexto de las emisiones de carbono mundial cuando han sido desbrozados, explotados en exceso o degradados; reaccionan a los cambios del clima; cuando han sido sosteniblemente ordenados, producen dendrocombustible como una alternativa más benigna que los combustibles fósiles; y por último, poseen el potencial de absorber un décimo de las emisiones mundiales de carbono previstas para la primera mitad de este siglo en sus biomasas, suelos y productos y almacenarlos, en principio, a perpetuidad, de acuerdo con los datos que contiene la web de la FAO.